Montevideo, Uruguay. Los cuatro marinos uruguayos acusados de abusar de un menor en Haití vieron hoy frustrada su aspiración de que se archivara el caso y fueron encarcelados para ser procesados por un delito que es penado con entre tres meses y tres años de prisión, pero no por violación como pedía la acusación.
Los uniformados, identificados como D.G.R., de 28 años; O.M.D.O., de 22; R.T., de 29, y M.R., de 24, y que pertenecían a la Misión para la Estabilización de Haití de Naciones Unidas (Minustah), serán juzgados en los próximos meses por el delito de "violencia privada", informó hoy el Poder Judicial a través de un comunicado.
El delito que se les imputa, la "violencia privativa", está dirigido "al que usare violencia o amenazas para obligar a alguno a hacer, tolerar o dejar de hacer alguna cosa" y se encuentra tipificado en el Código Penal entre los "delitos contra la libertad individual".
El abogado de tres de los cuatro marinos, Gustavo Bordes, aclaró hoy a Efe que en la práctica "no es un delito grave", pues es "residual en el sentido de que se castiga la amenaza de algo, no la violencia".
Con los rostros cubiertos con abrigos, los imputados comparecieron este lunes a mediodía en Montevideo ante el juez letrado en lo penal de vigésimo turno, Alejandro Guido, para que les comunicará su determinación sobre la continuidad de la causa, cuyos orígenes se remontan a septiembre de 2011.
Entonces fue difundido a través de internet un video en el que los marinos abusaban del joven haitiano Johnny Jean en una unidad militar del destacamento del país suramericano en Port-Salut (sur de Haití).
En las imágenes, grabadas con un teléfono móvil, se veía a Jean tumbado boca abajo sobre un colchón con los pantalones bajados mientras era retenido por dos militares y un tercero semidesnudo se arrodillaba a sus espaldas entre las risas generalizadas pero en ningún momento se apreciaba que exista violación.
El dictamen conocido hoy desecha la acusación de violación presentada por la víctima al no haber "elementos de convicción suficientes" para sustentarla, como ya había hecho la Fiscalía al presentar su informe ante el juez Guido.
"Para nosotros lo que era muy claro era que no había existido ningún delito de violación ni nada que se le pareciera", recalcó por su parte Bordes.
Según el letrado, "era evidente que el joven haitiano estaba mintiendo", entre otras cosas porque los testimonios de los uniformados y el archivo de las guardias en la unidad militar probaron que el incidente ocurrió el 27 de mayo y no a fines de agosto como él sostenía.
Además, Jean dijo haber sido interceptado en plena calle y arrastrado hasta la entrada del cuartel, lo cual tampoco se pudo demostrar, agregó el abogado, que cuestionó el tiempo transcurrido entre los abusos y la denuncia de la víctima, tres meses.
Bordes explicó que las imágenes grabadas "fueron pasando de uno a otro" entre los militares hasta que uno de ellos se la dio por error a un haitiano al que le estaba entregando una grabación con música, y "una persona" lo mandó "a un bufete a Estados Unidos" que buscó "una demanda civil por sumas millonarias".
Aunque el auto de procesamiento rechazó la versión de violación también descartó el "animo jocandi" (intención de hacer una broma) alegado por la defensa de los soldados uruguayos, que no recibieron bien esa noticia.
"Se sorprendieron un poco porque frente al hecho de ver que estaban probando que su denunciante había mentido de forma tan flagrante, tenían esperanzas de que se archivara el caso", explicó Bordes.
Hasta este lunes los marinos habían permanecido en libertad aunque previamente habían sido encerrados dos meses en una prisión uruguaya de forma preventiva entre septiembre de 2011, cuando fueron enviados de regreso a su país, y diciembre de ese año.
Por el incidente fue destituido el jefe del contingente de Uruguay en la Minustah y el propio presidente José Mujica llegó a disculparse públicamente con el pueblo haitiano y su homólogo en la nación caribeña, Michel Martelly.
Uruguay, con 1.136 efectivos en el momento del incidente, era uno de los países con mayor participación en la Minustah, junto con Brasil, que tenía 1.280 militares.
Los cuatro militares procesados han sido enviados por ahora a la Cárcel Central en Montevideo, una dependencia policial, y luego serán derivados a otro unidad, seguramente militar, por el riesgo que pueden correr si son transferidos a una penitenciaría común, detalló Bordes.