Es de suma importancia saber cuándo estamos estresados y si sólo es pasajero o tiene posibilidades de convertirse en algo permanente.
Las siguientes, son algunas de las señales que podrían indicarte que estás atravesando por un período de estrés:
- Vómitos
El estrés y la ansiedad pueden ocasionar episodios vomitivos a los que se le conoce como “síndrome de vómito cíclico”. Esta es una situación en la que las personas experimentan náuseas y vómitos durante un período prolongado de tiempo.
- Caída del cabello
Múltiples razones pueden haber que determinen la caída del cabello y el estrés es una de ellas. Se le llama alopecia areata a aquellos casos en los que puede desaparecer hasta el 70% de tu pelo en tan sólo un día.
- Hemorragias nasales
El debate está planteado en que este padecimiento está ligado a la presión arterial alta, pero también que está relacionado con el estrés. Se recomienda escapar del ajetreo; realizar ejercicios y pasatiempos pueden ser una buena terapia.
- Pérdida de memoria
Si crees que ciertos detalles escapan a tu memoria, es probable que la hormona del estrés -el cortisol- haya afectado a tu hipocampo, el área del cerebro que controla la memoria de corto plazo.
- Sistema inmune débil
El efecto más notable del estrés es sobre un cuerpo con el sistema inmunológico debilitado y se debe a que es afectada la liberación de catecolaminas, las hormonas que ayudan a regular este sistema y además porque el estrés, reduce la glándula del timo, lo que infecta las células blancas de la sangre y daña los telómeros, que son los que ayudan a las células inmunes a su reproducción.
- Sudoración excesiva
Sudar de forma moderada es considerado normal pero existen personas que padecen hiperhidrosis, una condición que hace que quien lo padezca sude de forma constante y excesiva. La mejor forma de suprimir este padecimiento es la relajación y llevar adelante alguna actividad que sea entretenida y divertida.
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