1. La salud del corazón está directamente relacionada con los lóbulos de las orejas
Un estudio realizado en 1992 determinó que quienes tienen un pliegue diagonal en el lóbulo de la oreja eran mucho más propensos a tener enfermedad arterial coronaria (CAD, por sus siglas en inglés).
De hecho, este indicador tuvo una precisión de 94% en la predicción de pacientes que tenían CAD, lo que llevó a los investigadores a sugerir que esta señal se podría utilizar para ayudar a identificar a los pacientes en riesgo.
Otros estudios además han vinculado las líneas del lóbulo de la oreja al riesgo de muerte súbita cardíaca en los hombres .
2. El bostezo es contagioso, pero no tanto en el verano
Ver a otras personas bostezando, incluso en fotos, puede hacerte bostezar. Sin embargo, un estudio realizado en 2011 con 80 participantes demostró que el bostezo contagioso por imágenes sólo pasa un 24% de las veces en el verano y en invierno un 45%.
Según los especialistas, al parecer el bostezo enfría el cerebro, así que la temperatura exterior hace una gran diferencia en torno a este impulso. Los científicos informan que éste también nos ayuda a mantenernos alerta, pues las tareas mentales más difíciles literalmente calientan nuestro cerebro, y el bostezo ayuda a disminuir la temperatura.
3. El órgano más grande del cuerpo es del tamaño de 6 canchas de tenis, pero tiene sólo una célula de espesor
Se trata del endotelio, el recubrimiento interior de los más de 60.000 kilómetros de vasos sanguíneos del cuerpo. A este tejido se le llama “el cerebro de las arterias”, ya que actúa como una barrera inteligente para controlar qué sustancias pueden pasar de la sangre a la pared arterial.
El endotelio también hace “decisiones ejecutivas” como la liberación de moléculas que ayudan a regular la presión arterial, combatir las enfermedades, controlar la coagulación de la sangre.
4. Hay personas que sienten sabores al escuchar palabras
En la mayoría de las personas, el gusto, el oído y la visión están claramente separados, pero aquellos con una rara condición llamada sinestesia existe una difuminación de sus experiencias sensoriales. Pueden realmente experimentar sabores al escuchar palabras, mientras que otros oyen sonidos al ver ciertos colores.
Los científicos aún trabajan para entender cómo la sinestesia afecta al cerebro.
5. Puedes oler el miedo, literalmente
Una investigación financiada por DARPA (U.S. Defense Advanced Research Projects Agency) muestra que existen diferentes feromonas (sustancias químicas detectables) del olor axilar que son perceptibles cuando las personas tienen miedo.
Para determinar esta situación, los investigadores pusieron almohadillas absorbentes en las axilas a 20 personas justo después de que corrieran en una máquina de gimnasio, y luego justo antes de que estuvieran a punto de dar un salto en paracaídas por primera vez.
Un grupo de voluntarios fue capaz de distinguir entre los dos tipos de sudor, y algunas áreas del cerebro reaccionaban más al sudor del paracaidismo que el de la máquina caminadora.
6. El olor de las lágrimas de las mujeres reducen la excitación sexual de los hombres
Un estudio publicado en la revista Science demostró que las lágrimas tienen una sustancia química detectable por otros. En este sentido, determinaron que un grupo de hombres que olió lágrimas femeninas encontró menos atractivas a las mujeres que aparecían en una serie de fotografías y estaban menos excitados sexualmente, que quienes no estuvieron en contacto con el fluido.
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