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sábado, 18 de agosto de 2012

Sudáfrica llora masacre de mineros


MARIKANA, Sudáfrica .— La muerte de 34 trabajadores en huelga de una mina de platino a manos de la policía estremecía el viernes a Sudáfrica tras la operación de seguridad más sangrienta desde el fin del dominio de la minoría blanca en el país y generaba cuestionamientos de la opinión pública local e internacional.

Diarios imprimieron titulares como “Baño de Sangre”, “Campo de muerte” y “Matanza en mina”, con fotografías gráficas de oficiales de policía fuertemente armados caminado junto a cuerpos ensangrentados de hombres negros tendidos en el suelo.

Mientras esposas desesperadas buscaban a sus seres queridos desaparecidos, el presidente sudafricano Jacob Zuma abandonó una cumbre regional para regresar al país y varios mineros prometieron luchar hasta la muerte, después de que la Policía anunció la impactante cifra de víctimas de la víspera por la represión a tiros contra excavadores de platino en huelga: 34 muertos y 78 heridos.



Las esposas de los mineros en la mina de platino Lonmin al noroeste de Johanesburgo tomaron el lugar de sus maridos muertos y heridos y organizaron una protesta, pero en esta ocasión en vez de demandar salarios más altos, como lo habían hecho los mineros, las mujeres exigieron saber por qué la Policía abrió fuego el jueves con fusiles automáticos, pistolas y escopetas contra los huelguistas, muchos de los cuales estaban armados con lanzas, machetes y garrotes.

“Policía: deje de matar a nuestros esposos e hijos”, decía una pancarta que llevaban las mujeres. Ellas se arrodillaron ante los policías armados y cantaron una canción de protesta, mientras decían “¿qué hemos hecho?” en lengua xhosa. La Policía insistió en que actuó en defensa propia y subrayó que los huelguistas incluso tenían una pistola que le habían quitado a un oficial que habían matado a golpes el lunes. Zuma regresó de una cumbre regional en Mozambique y anunció una pesquisa oficial sobre los asesinatos, que calificó como impactantes y trágicos.