Obama dispuesto a trabajar con republicanos para reducir deuda

Washington DC. El presidente Barack Obama dijo hoy que está dispuesto a trabajar con los republicanos para reducir el débito público de Estados Unidos si alcanzan un consenso para eliminar los privilegios impositivos de los ciudadanos más ricos.

  La semana pasada el endeudamiento del país llegó a la cifra récord de 16 mil millones de dólares y analistas alertan sobre su tendencia ascendente si las autoridades no toman medidas efectivas.

"No podemos reducir el déficit hasta lograr un enfoque balanceado. Eso significa pedir a personas como yo o como el gobernador (Mitt) Romney cooperar un poco mas", dijo el mandatario en entrevista con el dominical Face the Nation, de la cadena televisiva CBS.

Obama impulsa esa iniciativa y también la prórroga por un año de las ventajas fiscales a las familias con ingresos inferiores a los 250 mil dólares anuales, como las banderas de la agenda económica que implementará si gana las elecciones de noviembre.

A su juicio, ambas propuestas ayudarán a "saldar la deuda federal, estabilizar la economía y reducir los impuestos de la clase media."

Las dos medidas fiscales fueron aprobadas por su antecesor republicano George W. Bush y su rival Romney aboga por mantenerlas si llega a la Oficina Oval.

Pero el partido de los elefantes insiste en ampliar los recortes impositivos para todos por igual.

En otro momento de la conversación, el jefe de Estado afirmó que se propone introducir algunos ajustes para fortalecer los programas federales de salud conocidos como Medicare y Medicaid, pero para ello considera necesario rebajar los costos de los servicios sanitarios.

Criticó, en ese punto, las intenciones de los republicanos de querer convertir el sistema de atención médica para adultos mayores y discapacitados en un programa de vales.

Obama recorre el país por estos días en busca de apoyo electoral y para divulgar el plan que aspira a adoptar si logra en noviembre un segundo mandato al frente de la Casa Blanca.

Según recientes encuestas, el jefe de Estado domina la preferencia de los ciudadanos a nivel nacional con una escasa ventaja de cuatro puntos respecto a su adversario republicano.

Ambos contendientes concentran los esfuerzos proselitistas de la última fase de la campaña en los estados considerados campos de batalla por su peso en los comicios.

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